Hoy nos acercaremos hasta el impresionante pueblecito de Deià, fuente de tranquilidad, inspiración y disfrute de todos nuestros sentidos.
Situado justo al norte de Palma y en la tramontana mallorquina, encontramos éste paraje de ensueño, justo por encima del mar, pero empequeñecido por las cumbres montañosas que lo rodean, sacado de un cuento de hadas, nace en la cumbre de una colina puntiaguda con vistas al mar...
Sinceramente, describir lo que uno siente cuando camina por sus calles estrechas, añejas, con multitud de flores que desprenden de balcones de madera antigua, vieja... es muy difícil, por eso, mi consejo en una visita obligada si estás en Mallorca. Enfrentada al beso del mar y el abrazo cálido de las montañas, Deià ofrece todo lo que uno desea.
Una preciosa ruta recorre el Torrent Major en su lento descenso hacia el mar; se inicia en el "refugi Can Boi" en el cruce de las calles Colt y Obispo Simón Bauzá; cruzaremos fincas, jardines, huertos, olivos, todo ello rodeados del silencio y la perfecta armonía de un entorno natural y caminos estrechos espectacular!
Totalmente recomendable, ya que en su final, descubriremos "Cala Deiá"... abrumadora es el sensación que todos tenemos al llegar a éste mágico enclave, se adentra en el cuerpo a cada paso que damos y descubrimos con los ojos nuevas formas en las rocas, en las paredes de piedra y en el agua turquesa que inunda nuestras pupilas. Bañarse aquí es sensacional.
Como actividades deportivas que decir, estamos en la tramontana de Mallorca y aquí el senderísmo, correr y por supuesto la bici de montaña son los reyes; multitud de caminos por recorrer rodean el pueblo y sus alrededores, excelentes rutas a pie (con indicaciones) rodean el municipio de Deiá, así que los amantes de esta actividad disfrutaran mucho de todo lo que aquí se ofrece (narraremos alguna de estas excursiones en sucesivas publicaciones).
No encuentro nada que poder criticar, me deja absorto, sin sentido; la vuelta a casa en un dulce paseo por imágenes y sensaciones que no olvidarás jamás...
En verano puede resultar un tanto agobiante por la cantidad de gente, coches y autobuses que abarrotan el pueblo. Pierde parte de su magia y encanto, pero de paso obligado (a poder ser fuera de temporada julio-agosto), ya que irte de Mallorca sin ver y conocer lo que realmente desprende la naturaleza de la isla sería un error.
Miau no lo conoce, ya que el viaje en coche desde la Colonia con ella sería complicado, y doy por hecho que al llegar no querría volver... seria muy feliz recorriendo los tejados, balcones y jardines
de piedra y madera de este cuento hecho realidad. Quizás, algún día pueda darle ese placer!
Mallorca es... Deporte en el Paraíso!
Pensando en unas Vacaciones?
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