Hoy nos desplazamos desde el puerto de la Colonia De Sant Jordi, siguiendo la linea de costa hacia el sur, finalizando en una calita llamada "Cala En Tugores". Podemos hacer la ruta caminando, que es lo más normal, corriendo, en kayack, padelsurf o bici de montaña. Se tarda en llegar unos 90 minutos (dependiendo del ritmo de cada uno) y el camino es precioso en toda su extensión; Dolls, Es Carbó, dos calas pequeñas, un camino rocoso en su tramo final (que no abandona el mar en ningún momento) y la brisa marina impregnada de sal serán nuestros acompañantes durante la travesía.
La ruta la hemos hecho en bici, a pié y corriendo...aunque no es lo habitual recorrerlo en bici, ya que el camino es bastante pedregoso, contiene rocas de distintos tamaños que complican mucho el paso, cruzas varias playas y calas que están abarrotadas y lo más importante, está prohibido, así que además te arriesgas a una multa considerable!
En Octubre, por la mañana y prontito, o fuera de temporada (Noviembre-Marzo) para no entorpecer a la gente que aun acude a las playas es el momento oportuno de hacer esta ruta con nuestra bici de montaña. De un nivel medio, se complica un poco en su tramo final por la cantidad de rocas y estrechez del camino en algunos tramos. Me resulto muy entretenida y con una sorpresa grata al final del camino, ya que debido al estado de la cala, hay una especie de camino formado por algas en el cual me pude entretener bastante con la bici; sumado a las dunas de tierra y arena de diferentes alturas, puedes imaginarte un circuito de trial.
El día que llegué, me encontré con dos chicas alemanas que hicieron la ruta, pero en su caso era por el mar y en kayack, un autentico lujo para los sentidos! hablamos durante buen rato sobre el entorno, los cuidados de la cala y su estado actual. Que decir que el sitio es una maravilla... el silencio te rodea y envuelve en una atmósfera de serenidad; pocas personas llegan aquí habitualmente, así que podremos disfrutar de este lugar prácticamente solos.
Éste es un ejemplo claro, del poco control al que se ven sometidas algunas zonas de la isla. Una zona abandonada y muy degradada, con montañas de algas que cubren las rocas que se arremolinan en torno a la orilla en toda su extensión, un agua con poca profundidad y de un color oscuro que producen las toneladas de algas acumuladas. Una pena, ya que considero que podría ser una de las más bonitas calas de la isla, con la rotundidad y agresividad que muestra la pierda caliza que moldea la orilla, jugando con el agua, creando formas únicas en la superficie de la roca, con infinidad de huecos para el juego y el descanso, para observar, para fotografiar, para enmudecer...
Por eso el nombre del artículo de hoy...
Mallorca es... Deporte en el paraíso!
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